5 cifras para tener en cuenta en la gestión efectiva de un peso saludable

Por:

Mary Luz Olivares Tenorio, Investigador Asociado I de Cenipalma 

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Tomando en consideración el informe acerca de los números en salud publicado a principios de 2023 por la empresa AON, especializada en seguridad y salud laboral, Fedepalma y Cenipalma extendieron dicho conocimiento al presentar un artículo centrado en las medidas antropométricas y su relación con una alimentación saludable. Un tema en el que el aceite de palma puede desempeñar un papel relevante. 

Las medidas antropométricas son herramientas fundamentales para evaluar la composición corporal y el estado de peso de una persona. Algunas de las más comunes incluyen el índice de masa corporal (IMC), el perímetro de la cintura y el porcentaje de grasa corporal. 

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1. Índice de Masa Corporal IMC: es una medida que se obtiene del peso de una persona, en kilogramos, y la talla, en centímetros. Esta se calcula dividiendo el peso de una persona en kilogramos por el cuadrado de su altura en metros (IMC = peso/altura2).  

Si bien el IMC es útil como punto de referencia general, no tiene en cuenta la composición corporal específica, como la cantidad de grasa y masa muscular. Por lo tanto, es importante complementar esta medida con otras para obtener una evaluación más completa. 

2. Circunferencia abdominal: se mide utilizando una cinta métrica alrededor del abdomen en un punto específico, que generalmente es a nivel del ombligo. La cinta de medir debe ubicarse por debajo de la caja torácica y por encima de la parte alta del hueso de la cadera. La persona debe estar de pie, con los pies juntos, los brazos a los lados y el abdomen relajado.  

La medición de la circunferencia abdominal se utiliza para diagnosticar y monitorear la obesidad, la acumulación de líquido en el abdomen y la acumulación de gases intestinales. Se considera que un perímetro de cintura elevado es aquel superior a 102 cm en hombres y superior a 88 cm en mujeres.

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3. Índice de cadera/cintura: es la relación de medidas entre la cintura y la cadera de una persona que indica riesgo de enfermedades cardiovasculares, y se toma: 

Circunferencia cintura/circunferencia cadera.

4. Índice cintura/estatura: otra de las medidas importantes a tener en cuenta para identificar riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares asociados a la grasa abdominal es:

• ICE = circ. cintura (cm)/altura (cm)
• <0,52 

Tomado de AON, 2023.  

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5. Rango de porcentaje de grasa corporal: este índice de grasa corporal mide la cantidad de grasa ideal que debe contener el organismo dependiendo del género y/o la edad, es aceptable según el Consejo Americano de Ejercicio tener entre el 25 a 31 %, en mujeres, y 18 a 24% en hombres.

Generalmente se calcula en la báscula de bioimpedancia o por la medición de los pliegues cutáneos y/o por la fórmula de RFM (Relative Fat Mass) que puede ser menos específica que las anteriores. RFM para hombres adultos 64-20 x (altura(cm)/circunferencia de la cintura (cm) RFM para mujeres adultas 76-20 x (altura(cm)/circunferencia de la cintura (cm).

Intervalos de grasa corporal para adultos normales

El aceite de palma y el peso 

Es importante tener en cuenta que estas medidas antropométricas son solo indicadores generales y no proporcionan una evaluación completa de la salud. La consulta con profesionales como médicos o nutricionistas es fundamental para obtener una evaluación precisa y personalizada de la salud.  

Al adoptar una alimentación equilibrada que incluya el aceite de palma como parte de una dieta variada se pueden mantener los rangos saludables de estas medidas antropométricas. El aceite de palma, al ser una fuente equilibrada de ácidos grasos y tener un importante contenido de fitonutrientes puede generar beneficios para el metabolismo y la composición corporal 3,4,5. 

El antiguo mito de que las grasas son responsables del aumento de peso se ha venido desvaneciendo a la luz de nuevos hallazgos de la ciencia8. La recomendación de consumir más carbohidratos y reducir la ingesta de grasas, promovida en algunas guías alimentarias ha llevado al deterioro de la salud de la población, acentuando las anormalidades metabólicas asociadas al Síndrome Metabólico. Diversos estudios respaldan que seguir una dieta que no restringe las grasas saturadas tiene beneficios importantes como la reducción de peso, el control de la presión arterial y el equilibrio de los niveles de lípidos en pacientes con este el síndrome metabólico. Igualmente, en personas diabéticas, este tipo de dieta puede mejorar parámetros como las transaminasas, la hemoglobina glicosilada y la relación de triglicéridos/HDL-colesterol, lo que se asocia con una disminución del riesgo de enfermedad cardiovascular 6,8. 

Por otro lado, también se tiene la tendencia de las dietas cetogénicas, las cuales han sido utilizada durante más de un siglo como tratamiento para la epilepsia y el manejo de la obesidad. Este régimen alimenticio consiste en consumir un alto porcentaje de grasas (70%-75%), moderadas cantidades de proteínas (15%-20%) y muy pocos carbohidratos (5%-10%). Aunque su uso y consideración como régimen de alimentación base no es universalmente aceptado, se reconoce que puede ser beneficioso en ciertas condiciones y bajo supervisión médica.  

Estudios han demostrado que la dieta cetogénica puede tener efectos positivos en enfermedades como la diabetes, el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas, así como mejorar la respuesta inmunológica, la función cognitiva, la actividad mitocondrial y las respuestas hormonales. También se ha observado que puede ayudar en la pérdida de peso6,8.

Sin embargo, se enfatiza la importancia de seguir este tipo de esquemas de alimentación bajo control médico y destacar la importancia educación en alimentación saludable para desmitificar conceptos erróneos sobre el consumo de grasas7. 

Es también relevante tener en cuenta que el control de peso es un proceso multifactorial que también requiere de otros hábitos saludables, como la práctica regular de actividad física y manejo adecuado del estrés.  

Para saber más 

Estas son las fuentes consultadas con las que se puede ampliar aún más la información.