Por:
Tatiana Pretelt de la Espriella, Coordinadora de Asuntos Institucionales de Fedepalma.
Ana María Paredes Chaux, Asesora de Presidencia de Fedepalma.
Dada las crecientes exigencias para el acceso a los mercados internacionales, Fedepalma ha identificado que es clave documentar las buenas prácticas ambientales y sociales, así como visibilizar los impactos positivos generados en las comunidades de las zonas palmeras y dar a conocer, a los actores internacionales, información contundente que posiciona el aceite de palma colombiano por su origen diferenciado y su compromiso con el desarrollo sostenible. Es por esta razón que, el Presidente Ejecutivo de Fedepalma, Nicolás Pérez Marulanda, viene reuniéndose con actores clave del mercado y generadores de política pública, buscando incidir en la percepción que estas audiencias puedan tener de la producción de aceite de palma en Colombia.
En el marco de esta apuesta, durante 2022 Fedepalma realizó reuniones con actores tanto en Estados Unidos como en Europa. De estas visitas y acercamientos con el sector privado y público vale la pena resaltar:
1. Las proyecciones de los precios de los aceites vegetales parecen indicar que estos se mantendrán altos en el mediano plazo. Esto debido a que las tendencias del mercado permiten proyectar un aumento en la demanda de aceites vegetales y una contracción en su oferta en el corto y mediano plazo. Lo anterior, marcado por eventos como la invasión de Rusia a Ucrania, las políticas de biocombustibles en países como Indonesia y Estados Unidos, el impacto de los biocombustibles de segunda generación (HVO y SAF) en la demanda de aceites vegetales, la escases de mano de obra en Malasia, entre otros factores.
2. Las actuales propuestas legislativas que están tramitando Estados Unidos y Europa exigen, entre otros aspectos, el desarrollo de las debidas diligencias para las cadenas de suministro. Si bien tienen como finalidad impulsar un mayor desarrollo sostenible, exigen un esfuerzo enorme para los países con productores de pequeña escala como Colombia. Se manifestó que de no modificarse o ampliar los tiempos de implementación y algunos enfoques, se teme que estas políticas restrinjan el acceso a los pequeños cultivadores, generando un efecto no deseado en el mercado.
3. La iniciativa APSCo es bien recibida en el mercado internacional, ya que incorpora los lineamientos de sostenibilidad que impulsan estos mercados.
4. La nueva normatividad sobre Debida Diligencia exige que en Colombia se implemente con urgencia el trabajo en georreferenciación y se consolide un sistema de información robusto para contar con el esquema de trazabilidad por predio que exige la norma.
5. Si bien el liderazgo de Fedepalma y Cenipalma en la promoción de la producción sostenible y diferenciada en el país facilitan la interacción con los actores europeos y estadounidenses para conseguir cooperación internacional, quedó claro en estas visitas que es necesario fortalecer los aliados internacionales que puedan validar los estudios y cifras que se presentan en la sostenibilidad sectorial para mayor credibilidad.
El trabajo que se viene adelantando para posicionar la imagen del aceite de palma colombiano como un origen sostenible ha sido bueno, pero no es suficiente. No basta con decir que se hacen las cosas distintas, sino que se debe demostrarlo. Este es un gran reto e implica un trabajo constante, en el que se posicione la palmicultura colombiana por medio de la comunicación de sus beneficios como, por ejemplo, su impacto económico, laboral, agroindustrial y social, que permita de manera asertiva consolidar los mercados existentes y abrir nuevos.
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