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Camilo Manrique un ejemplo a seguir en la interacción entre la palma de aceite y el medio ambiente

El Palmicultor destacado de este mes.

Foto: suministrada Camilo Manrique

Por: 

Gabriel Alejandro Molano Rojas, Especialista de Publicaciones


Se trata de la finca Corozito, ubicada en el municipio de Maní, en la sabana de Casanare, lugar que es ejemplo de sostenibilidad y buenas prácticas en la palmicultura mundial.  

Corosito es la primera reserva natural de la sociedad civil de carácter empresarial del país y la primera del municipio de Maní. Actualmente cuenta con un terreno total de 3.000 hectáreas, de la cuales 1.500 son usadas para el cultivo de palma de aceite y ganadería, y las restantes son reserva natural.  

Camilo Manrique es el administrador de la finca Corozito, es oriundo de Villavicencio (Meta) y junto con su esposa tienen dos hijos. Estudió Administración de Empresas en la Pontificia Universidad Javeriana y hoy lidera uno de los proyectos ambientales y sostenibles más importantes del Casanare. 

Camilo Manrique un ejemplo a seguir en la interacción entre palma de aceite y medio ambiente
Foto: suministrada Camilo Manrique

“En 2018 planificamos, con base en un ejercicio que habíamos hecho con el proyecto de Paisaje Palmero Biodiverso de Fedepalma, un trabajo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) patrocinado por el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania (BMU por sus siglas en alemán), en el que logramos la identificación de altos valores de conservación e hicimos toda una caracterización del predio. Esto nos permitió terminar de planificar y, ese mismo año, formalizamos el ejercicio ante Parques Nacionales Naturales de Colombia, y hoy en día, 1.500 hectáreas del predio Corozito hacen parte de la reserva natural de la sociedad civil”.

Camilo Manrique, palmicultor de Maní, Casanare.
Camilo Manrique un ejemplo a seguir en la interacción entre palma de aceite y medio ambiente
Foto: suministrada Camilo Manrique

Después del trabajo realizado con WWF y Parques Nacionales Naturales de Colombia, Camilo Manrique vio la posibilidad tener en su finca la reunión anual de Latinoamérica Consul Conservancy liderada por The Nature Conservancy (TNC) (la segunda ONG más grande del mundo). En esta, logró que importantes empresarios de Latinoamérica como: Eric Olson, Exsecretario del Tesoro de EE. UU.; Juan Pablo del Valle, Presidente del Comité Ejecutivo de Mexichem, grupo empresarial al cual pertenece Pavco, entre otros líderes, visitaran su finca.  

“Aprovechamos este escenario para hacer el lanzamiento oficial de nuestra reserva e hicimos la liberación de 20 caimanes llaneros, especie que solo habita en Colombia y Venezuela. La idea no era solo tratar de conservar lo que había, sino apoyar programas ambientales con Corporinoquia, la Fundación Palmerito Casanare y TNC para reintroducir especies amenazadas”.

Camilo Manrique, palmicultor de Maní, Casanare.  

Más liberaciones de especies  

En la reserva natural se ha desarrollado un plan de rehabilitación y reincorporación de especies en peligro de extinción, logrando liberar tortugas charapas oriundas de la región, loros y algunos felinos. Esto con el apoyo de Corporinoquia y otras ONG de carácter ambiental, con el fin de fortalecer el ecosistema y los corredores biológicos de la zona.   

También está apoyando a la Fundación Omacha para el programa de conservación del armadillo.Nos declaramos predio protector de esta especie y hacemos capacitaciones con nuestros trabajadores para que no los casen y respeten su hábitat”, afirmó Camilo Manrique. 

Avistamientos de especies en la finca Corosito.

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Fotos: suministradas Camilo Manrique

A parte de la liberación de especies, también la finca Corozito cuenta con un proyecto de apicultura que ayuda a la polinización en las áreas de conservación, pero además esto se está realizando en fincas aledañas lo que genera un impacto positivo.  

“Las abejas son testigos de un buen manejo agronómico e integrado de plagas que hacemos en nuestro cultivo, claramente si usamos productos de manera irresponsable vamos a tener un impacto en nuestra operación apícola, por eso, planificamos los riesgos de contaminación. Por ejemplo, antes de aplicar los fertilizantes, se hace un análisis para determinar la dosis y el tiempo apropiado”, aseguró.  

Pero todo esto adquiere más sentido cuando se hace una validación del trabajo que se está realizando, para Camilo Manrique, “Nuestra obligación como palmicultores es hacer las cosas bien y contárselas al mundo, ojalá mediante un tercero que lo valide como una certificación de RSPO o APSColombia, para así, seguir posicionando al aceite de palma sostenible a nivel mundial”. 

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