MESA REDONDA “LUCHA CONTRA LOS CULTIVOS ILÍCITOS: EL PAPEL DE LAS PLANTACIONES DE PALMA DE ACEITE PARA UN MAYOR DESARROLLO SOCIAL”
El 22 de febrero, Competere organizó una mesa redonda para discutir el papel de las plantaciones de palma de aceite en la generación de condiciones sociales y económicas para las regiones antes afectadas por el flagelo de los cultivos de uso ilícito y el narcotráfico. A continuación, un resumen del encuentro.
DE LOSCULTIVOS ILÍCITOS A UN FUTURO PRÓSPERO:
EL PAPEL DEL ACEITE DE PALMA CERTIFICADO SOSTENIBLE EN LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL DE COLOMBIA
Roma, 22 de febrero de 2022. Un futuro más próspero depende, entre otras cosas, del aceite de palma certificado sostenible. Esta es la principal lección de la mesa redonda titulada “Lucha contra los cultivos ilícitos: el papel de las plantaciones de palma de aceite para un mayor desarrollo social”, organizada por Competere, think tank europeo que promueve políticas orientadas a las cadenas de suministro sostenibles del mundo.
Los ponentes del evento sostuvieron que las plantaciones de palma de aceite son un medio extraordinario para mejorar las condiciones sociales y económicas de las regiones anteriormente afectadas por la pobreza, el crimen y las tensiones sociales, generando un marco de legalidad para estos territorios.
Los impactantes testimonios de agricultores colombianos que anteriormente se dedicaron a los cultivos de uso ilícito confirman la importancia de la agroindustria de la palma de aceite. La perspectiva de estos actores posibilitó una mejor comprensión de cómo esta actividad brinda oportunidades para que los habitantes del campo puedan escapar del narcotráfico y los cultivos ilícitos, convirtiéndose en una valiosa alternativa frente a una vida de esclavitud, abusos y deshumanización.
“Sabía que mi territorio tenía grandes oportunidades. Sin embargo, nuestro entorno era preso del narcotráfico. Gracias al desarrollo que ha generado el cultivo de palma de aceite, ahora tenemos esperanza y anhelos de poder aprovechar las oportunidades que nos brindan nuestras tierras”, afirmó Diego Alejandro Londoño, originario de Mapiripán, municipio colombiano afectado por la producción de cocaína y el actuar de individuos al margen de la ley.
“La vida en Mapiripán era terrible debido a la influencia de actividades ilícitas y el narcotráfico. Ahora tenemos una alternativa, tenemos la oportunidad de ir a la universidad. Ahora tenemos otra vida por vivir, como personas libres”, sostuvo María Alejandra Tamayo, quien pasó su infancia en Mapiripán.
Elva Molina, agricultora de Tibú (Norte de Santander), contribuyó a la discusión con un valioso testimonio: “El cultivo de palma de aceite ha cambiado la vida de mi familia. Muchas personas también comenzaron a cambiar sus cultivos ilícitos por palma de aceite, que es transparente, legal y no pone en riesgo las fuentes de agua. Trabajar en una plantación ha permitido que pueda mejorar mis ingresos. Ahora todos tenemos la oportunidad de ir a la universidad, contamos con seguridad social y nos dedicamos a un trabajo digno”.
La incidencia positiva del aceite de palma certificado sostenible sobre el desarrollo social local es clara, desencadenando una verdadera transformación social. Al respecto, se ha evidenciado que un crecimiento de 1 % en la extensión de este cultivo genera una reducción de 14 % en las áreas sembradas con hoja de coca, contribuyendo en gran medida a la lucha contra las economías ilegales. En términos generales, una expansión de estas proporciones resultaría en un aumento de 9,7 % en la inversión local en un municipio determinado, incrementos de 2,7 y 2,1 % en la cobertura de educación primaria y secundaria, respectivamente, un crecimiento de 2 % en el número de familias cubiertas por esquemas de salud y una mejora de 8 % en las condiciones del suministro de agua.
Sharon Anderes, directora de campañas y comunicaciones globales de Tropical Forest Alliance, afirmó que “es posible cultivar palma aceite de manera sostenible mientras se contribuye al progreso de las comunidades, generando importantes ganancias económicas. Los sectores público y privado deben aportar para que esto suceda”.
Desde la perspectiva ambiental, las plantaciones de palma de aceite generan menor impacto y hacen un uso mucho más eficiente del suelo que otros cultivos oleaginosos (10 % del área total frente a 35 % de la producción mundial de aceites). Además, gracias al esfuerzo de los productores certificados como sostenibles, la tasa de deforestación asociada a este cultivo ha registrado una reducción drástica desde los primeros años de la década, a pesar del incremento de 30 % en la producción mundial de aceite de palma durante el mismo período.
En palabras de Pietro Paganini, fundador y actual presidente de Competere, “Es necesario que detener las luchas ideológicas. Las voces de los valientes agricultores que hemos podido escuchar hoy no pueden dejar de ser comunicadas: existe una alternativa al subdesarrollo, y el aceite de palma certificado sostenible es un elemento importante en la batalla por la libertad de las personas. Los efectos positivos sobre las comunidades productoras deben ser reconocidos. Los señalamientos en contra del aceite de palma podrían desalentar a los actores que producen de manera sostenible este producto”.
