Información del sector palmero colombiano - Fedepalma

Pequeños palmicultores del Urabá antioqueño logran productividad de talla mundial

La zona del Urabá antioqueño, llamada a ser una despensa alimentaria de Colombia y el mundo.

Hay un lugar de Colombia en donde pequeños, medianos y grandes productores de aceite de palma, apoyados en las buenas prácticas agrícolas y en el conocimiento de la tecnología aplicada, logran producciones récord de aceite alto oleico: se llama Urabá, en el Departamento de Antioquia.

Nicolás Pérez Marulanda, Presidente Ejecutivo de Fedepalma, señaló que la zona del Urabá antioqueño está alcanzando un hito histórico de progreso y construcción de tejido empresarial con palmicultores convertidos en referente nacional en productividad. Tal es el caso de Bioplanta S.A., empresa que lidera con su Núcleo Palmero, la transformación del territorio y el agro, integrando a productores de todas las escalas, que se han unido para lograr eficiencias de talla mundial en el cultivo.

Comité Asesor Zona Norte en Urabá 2022
Grupo participante en el Comité Asesor Regional del Entorno Competitivo de Zona Norte, realizado en Apartadó, en el Urabá Antioqueño. Foto: Esneider Angarita, Fedepalma.

La noticia se da en el marco del decimonoveno Comité Asesor Regional del Entorno Competitivo de Zona Norte, que reúne palmicultores de los departamentos de La Guajira, Cesar, Magdalena, Atlántico, Bolívar, Córdoba y Sucre, que buscan conocer en el Urabá antioqueño las buenas prácticas en el cultivo de híbrido OxG, de cara a las renovaciones que se realizarán en esta región palmera. 

A su turno, Juan Esteban Correa Echeverri, Gerente General de Bioplanta S.A., explicó que “Urabá casi logra triplicar la media nacional de producción, estimada en 14 toneladas por hectárea año, con un promedio de 40 toneladas de fruto por hectárea anual, lo que además representa el doble de la media mundial en una simbiosis donde el empresario de 10 hectáreas sembradas con palma de aceite alcanza los mismos altos rendimientos, que uno con 1.000 hectáreas”.

De izquierda a derecha, Juan Esteban Correa Echeverri, Gerente General de Bioplanta S.A., Nicolás Pérez Marulanda, Presidente Ejecutivo de Fedepalma y Adolfo Sepúlveda Durango. Foto: Esneider Angarita, Fedepalma.

Explicó que los productores siembran un material genético híbrido, producto del cruzamiento entre palma africana y palma americana, más la integración de las mejores prácticas. Correa Echeverri dijo que para 2022, la empresa espera crecer exponencialmente, y por ello está financiando y acompañando la siembra de 1.000 hectáreas de cultivo.

La meta es transformar la vida de 120 familias, mejorando sus ingresos y mostrando que la agroindustria de la palma de aceite es una alternativa lícita, rentable y con gran proyección para la zona. 

Nicolás Pérez Marulanda, Presidente Ejecutivo de Fedepalma.

Mayor progreso para la región

“Este esfuerzo, en el que la empresa está invirtiendo casi $5.000 millones, esperamos maximizarlo, en momentos en que inversiones en infraestructura regional como las autopistas 4G Mar 1, Mar 2, el Túnel del Toyo y Puerto Antioquia, contribuirán a llevar nuestros aceites y grasas al mercado global”, señaló Correa Echeverri.

En la actualidad, Bioplanta S.A. cuenta con 200 hectáreas de prueba que están lideradas por Adolfo Sepúlveda Durango, quien recibiera el reconocimiento por parte de Cenipalma y Fedepalma como “el Mejor agricultor de palma de aceite a menor escala”, en noviembre de 2021, en la Reunión Técnica.

Por su parte, Adolfo Sepúlveda Durango, que comenzó en 2015 con las primeras 6.7 hectáreas y en 2018 adquirió 3.2 hectáreas para ajustar 10, compartió que en 2020 cerró con 38 toneladas hectáreas año, en 2021, 44 toneladas por hectárea año y que en la actualidad va por las 48 toneladas.

Adolfo Sepúlveda Durango en su finca La Pastrana, en Mutatá, junto a un racimo del fruto de la palma de aceite.
Adolfo Sepúlveda Durango en su finca La Pastrana, en Mutatá, junto a un racimo del fruto de la palma de aceite. Foto: Esneider Angarita, Fedepalma.

El palmicultor con su finca La Pastrana, cultivo localizado en Mutatá, Antioquia, pertenece a la zona Norte, ubicada en la subregión del Urabá antioqueño, reconoce el gran valor que tiene el acompañamiento permanente del gremio Fedepalma, Cenipalma y Bioplanta S.A., con el manejo del híbrido OxG.

Los palmeros tenemos que convertirnos en agricultores productivos porque la palma no tiene techo, nuestro lema es ‘muchos poquitos y no mucho poquito, con lo cual describió que la aplicación de fertilizantes se debe fraccionar para obtener buenos resultados, porque así la palma los digiere bien, en pocas cantidades, con bastante frecuencia, y se consigue mejor aprovechamiento.

Adolfo Sepúlveda Durango, palmicultor finca La Pastrana. 

“No hay quien compita con la palma, mi meta es lograr las 60 toneladas por hectárea año en 2023 y no vale la pena correr el riesgo de estar con una sola semilla de coca, que además implica un delito, cuando sembrar palma es un orgullo y genera bienestar total para la familia”, manifestó Sepúlveda Durango.

Concluyó diciendo que dada su adopción de buenas prácticas, ha logrado hacer escuela y es por ello que productores de Tumaco y de los Llanos Orientales han venido a observar su cultivo, pero también de Ecuador, Panamá y Costa Rica, entre otros países, con la meta de ser altamente productivos como él.

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