Por:
Marible Teatín García, Asistente de Comunicacones Zona Oriental
William Herrera es un productor de mediana escala de palma de aceite en la Zona Oriental; oriundo de Puerto López (Meta), llegó a Villanueva (Casanare) aproximadamente 20 años con el anhelo de mejorar su calidad de vida y sacar su familia adelante.
Trabajó por más de 10 años en una empresa dedicada al cultivo de palma de aceite, donde desempeñó diferentes cargos, como: cortero, cosechero y recolector de fruto de palma, fue en ese entonces que descubrió que la palma de aceite es un cultivo próspero y transforma vidas, motivado por su familia adquirió un terreno para incursionar en esta agroindustria.
El cultivo de palma de aceite le ha cambiado la vida, dejó de ser empleado a tener su propia plantación llamada Brisas del Caney, ubicada en la vereda La Vigía Trompillos, en Tauramena (Casanare). Actualmente tiene 70 hectáreas sembradas en Elaeis guineensis y 10 hectáreas como áreas de conservación.
La palmicultura ha impactado de forma positiva, le ha permitido brindar educación superior a sus dos hijos, mejorar su vivienda, tener una fuente de ingreso y generar empleo a más de 6 familias.
Es un productor destacado en la zona, siendo orientado por el Núcleo Palmero Extractora del Sur de Casanare S. A. S., y Cenipalma en la implementación de buenas prácticas agrícolas, preparación del terreno, vivero de plantas nectaríferas, establecimiento y manejo de coberturas leguminosas, prácticas que brindan múltiples beneficios como el valor nutricional, ayudan a retener la humedad y protección del suelo contra la erosión, el aporte de materia orgánica y nitrógeno, contribuye a la reducción de costos en la fertilización del cultivo.
Esta plantación fue seleccionada por la consultoría especializada de Biocarbono para adecuar una parcela demostrativa en la implementación de buenas prácticas agrícolas bajas en carbono que contribuyen a una palmicultura sostenible y productiva.
Con el ánimo de seguir en el ejercicio de la palmicultura, extiende una invitación a todos los productores especialmente de pequeña escala a implementar las Buenas Prácticas de Manejo (BPM) que contribuyen con el medio ambiente y generando beneficios económicos que les permitirá transformar sus comunidades.
Hoy podemos darle gracias a Dios, porque es una bendición tener mi propio cultivo de palma, donde aprendo cada día para tener un cultivo sano, próspero y sostenible.
William Herrera es un productor de pequeña escala de Zona Oriental.