Por:
Juan Sebastián Moreno, Asistente de Comunicaciones Zona Central
Esta fue una de las declaraciones de José del Carmen Peña Moreno, de 71 años, quien es oriundo de Miraflores, Boyacá, pero que fue acogido desde temprana edad por el municipio de Sabana de Torres en Santander.
Este productor, que cuenta actualmente con alrededor de 26 hectáreas sembradas de palma de aceite en el predio La Aurora, resalta que cuando le surgió la idea de sembrar palma, se presentó la dificultad por el costo de los suelos en la región, pero que gracias a un proyecto productivo de una compañía que se llamaba Indupalma logró cultivar sus primeras 10 hectáreas.
Esto se dio en el 2007 y un año después mirando la expansión y con la facilidad de la financiación, decidió sembrar otras 10 hectáreas.
Todo esto fue una tarea dura porque al comienzo sembramos sin recursos y todo estaba a cargo de un operador logístico. Algunos asociados del proyecto no cumplieron y asumimos sus créditos. El negocio de la palmicultura es bueno, porque genera empleo y desarrollo e intento seguir creciendo con mi cultivo.
José del Carmen Peña Moreno, palmicultor de Sabana de Torres, Santander.
Asimismo, Peña dijo que gracias a la palma de aceite le ha podido brindar educación a sus tres hijos y ellos se han capacitado para seguir el relevo generacional y están desempeñándose en el negocio que ha sido el sustento para su familia.
“Nosotros aquí generamos empleos directos e indirectos y son varios los que tienen la oportunidad de tener ingresos con este sector. Es un negocio muy claro y bueno”, expresó Peña Moreno.
Además, resaltó que la palma de aceite necesita un renglón en la economía del país, porque el cultivo impacta en todos los frentes de la sociedad y aunque se tengan algunos tropiezos por las enfermedades a las que están expuestas sus plantaciones, se deben afrontar de la mejor manera.
El éxito en el cultivo se logra con la dedicación. Yo aplico fertilizantes en las cantidades proporcionales, cumplo con todos los manejos agronómicos y el cultivo me responde. Como gremio tenemos que seguir luchando para seguir creciendo como un negocio rentable que tenemos en la agricultura colombiana.
José del Carmen Peña Moreno, palmicultor de Sabana de Torres, Santander.