Información del sector palmero colombiano - Fedepalma

‘Plan Padrino’, una labor en pro de la formalización laboral del sector palmero

Foto: Lisa Duran

Por:

Mónica Silva Saldaña, Colaboradora de Fedepalma
María Rueda, Líder Social de Fedepalma  


Formalizar a una persona en Colombia es difícil, y mucho más si está en el campo. Con respecto a esto, María Rueda, Líder Social de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, explica, por ejemplo, que algunas de las entidades de seguridad social no tienen presencia en los municipios. Algunas solamente están en la capital departamental. Y aunque el pago por medio de la planilla única se puede hacer por internet, en muchos sitios rurales no hay conectividad o las personas de esas comunidades no saben manejar un computador”, señala. Por otra parte, la normativa laboral colombiana está orientada al trabajador urbano y pareciera no tener en cuenta las particularidades del trabajo en las áreas rurales. 

Al reconocer esta realidad, hace 6 años, Cenipalma y Fedepalma buscaron la manera de cerrar la brecha de la formalización laboral. Empezaron con una formación impartida a los Núcleos Palmeros y a algunos productores, pero esas capacitaciones, las cuales comenzaron siendo de cinco horas, luego pasaron a dictarse en un día y después en dos, y seguían con la implementación en una finca tipo, exigían una inversión muy alta y los resultados no era satisfactorios, expresó María Rueda.  

En ese tiempo, si se lograba la formalización de los productores asistentes, se corría un riesgo alto de que lo hicieran de manera errónea, quedaban muchos baches y los funcionarios del Núcleo también tenían otras responsabilidades y no podían dedicar tanto tiempo a esa tarea. Entonces, Maritza Camargo, una palmicultora de pequeña escala del municipio de Tibú, Norte de Santander, y quien dictaba esas capacitaciones, en conjunto con el Área Social de la Federación, plantearon un modelo más personalizado que permite su replicabilidad. 

La propuesta fue vincular a esta labor a un familiar del productor, que pudiera manejar un computador y conociera sobre herramientas de oficina, preferiblemente que fuera profesional y se pudiera comprometer a colaborar en este programa. Adicionalmente, vincular al Núcleo para garantizar la sostenibilidad del proceso y apoyar al productor. 

‘Plan Padrino’, una labor en pro de la formalización laboral del sector palmero
Foto: Lisa Duran

A esta idea se le denominó Plan Padrino, para hacer alusión a esa figura tradicional de las familias colombianas, en la que una persona tiene un ahijado, a quien se compromete a ayudar cuando lo necesite. En esta estructura, el productor hace las veces de ahijado, y sus hijos o algún miembro de sus entornos interesado en apoyar pueden actuar como padres o madres, y finalmente el núcleo que funge como padrino. 

Esta iniciativa se ha ido ajustando a partir del año 2020 desde el Área Social de Fedepalma, para llegar uno a uno a aquellos productores que aún no se han formalizado o no han terminado de formalizar a sus trabajadores.  

¿Cómo vincularse? 

Primero, Fedepalma hace la convocatoria a principios de año a través del Semanario Palmero, también la dan a conocer por redes sociales, llaman a los Núcleos y a las asociaciones de productores 

Para que sean elegidos, los productores deben cumplir ciertas condiciones:

  • Tener trabajadores informales o mal formalizados. 
  • Hacer un compromiso de formalizarse e implementar el sistema de seguridad y salud en el trabajo. 
  • Contar con un familiar que realmente tenga el tiempo para acompañarlos en el proceso. 
  • Ser productor de pequeña o mediana escala. 
  • Contar con acceso a internet. 

En un plazo de varias semanas, los productores tienen la oportunidad de enviar un correo para notificar que están interesados en participar en el Plan Padrino y hacer preguntas cuando se abre la convocatoria. Fedepalma les envía los documentos que deben diligenciar, les explica de qué se trata y todo lo que se requiere.

El Plan Padrino implica inicialmente un tiempo de dedicación de 5 a 6 meses y contar con un presupuesto para hacer las mejoras. El programa está cubierto por Fedepalma y sus aliados, entre ellos, la Organización Internacional para el Trabajo (OIT) y las capacitaciones son gratuitas para los productores. 

Grandes beneficios para todos 

Una vez seleccionada la finca, el equipo de trabajo de Fedepalma se dirige a ella para hacer un diagnóstico y determinar cuántos trabajadores pueden formalizarse. En este punto, María Rueda advierte que algunos productores tienen trabajadores formalizados, pero lo están de manera incorrecta; también hay otros formalizados recientemente, pero desde hace varios años ya trabajaban con el productor, y se deben hacer las compensaciones que sean necesarias. 

El personal especializado de Fedepalma ayuda a los participantes del programa a hacer todas las debidas afiliaciones y los contratos de trabajo que correspondan. Para ello, les explican las diferencias en los tipos de contratación, pues unos deben ser a término indefinido, otros se hacen como obra labor, y otros son por prestación de servicios, dependiendo de las actividades que se deben realizar. María resume que la idea es que cada productor entienda realmente cómo debe tener perfectamente contratados a sus trabajadores, a él mismo o algún familiar. El propósito es legalizar para que todos tengan acceso a la seguridad social y se garanticen los derechos laborales de los trabajadores, incluidos los del mismo productor”, puntualizó. 

‘Plan Padrino’, una labor en pro de la formalización laboral del sector palmero
Foto: Lisa Duran

Por otro lado, la capacitación incluye todo el proceso de contratación, inclusive la de los exámenes de ingreso. María Rueda comparte que esto resulta muy complejo si se tiene en cuenta que muchas veces no hay médicos ocupacionales en algunos municipios. Además, los trabajadores deben asistir personalmente a las oficinas para hacer las respectivas afiliaciones. Todo esto hace difícil y costoso ese proceso, el cual también es lento en la medida en que se trabaja uno a uno”, destaca. 

El equipo de Fedepalma acompaña presencialmente al productor por unos días, luego hace una supervisión e imparte unos módulos virtuales, en los que explican asuntos adicionales como refuerzo. Luego regresa tres o cuatro meses después, para verificar que todo esté marchando bien, como la organización por carpetas de cada trabajador y el adecuado manejo de la nómina. 

Razones para formalizar a un trabajador   

Hay productores que formalizan a un trabajador en riesgo 1, pero debería estar en riesgo 5, y si se llegara a accidentar, la ARL no lo cubriría; en ese caso, el productor tendría que pagarle pensión de por vida y perdería su cultivo. También puede suceder que un productor pierda una demanda laboral por no pagar prestaciones durante varios años o por no liquidar bien a un trabajador

María Rueda comparte casos reales de historias de éxito donde, gracias a la formalización previa de los trabajadores, se logró una atención adecuada cuando sucedieron accidentes de trabajo. “Tener afiliado al trabajador a una ARL hace toda la diferencia: es un deber hacerlo, por otra parte, el trabajador recibe servicios que, de otra forma, el empleador no podría cubrir y además se refuerza toda la cultura de prevención de riesgos”.  

‘Plan Padrino’, una labor en pro de la formalización laboral del sector palmero
Foto: archivo Fedepalma

Adicionalmente, en términos monetarios, es pertinente considerar los altos costos que implicaría una formalización si se contratara a un abogado o una persona experta en seguridad y salud en el trabajo, para implementar el sistema. Y nosotros le presentamos todo el paquete gratis al productor; no tiene que poner nada, solo su tiempo y su voluntad”, enfatiza María. 

Y, por si fuera poco, con la implementación del Plan Padrino, los familiares que terminan apoyando al productor, están quedando formados, y ya están prestando servicios a su comunidad para formalizar e implementar el sistema de gestión. En este aspecto, María Rueda considera que “este programa es bueno, porque dejamos la estructura y estas personas replican el conocimiento. Estamos dejando capacidad instalada en municipios donde nadie prestaba ese servicio. Esto, además, les sirve para las certificaciones APSColombia y RSPO.  

Ya que trabajamos por unidades y teniendo en cuenta que una finca puede tener desde un trabajador hasta 15 o 20, hemos formalizado alrededor de 800 personas. Esto implica que esas 800 personas fueron formalizadas desde cero y ya tienen acceso a caja de compensación y a toda la seguridad social. Y los que estaban mal formalizados, los dejamos al día.

María Rueda, Líder Social de Fedepalma.  

La ejecución de este plan ha sacado a la vista casos inspiradores, como los de algunos productores que no son bachilleres y han culminado el proceso de capacitación. “En 2022, tuvimos una familia indígena y quien garantizó que todos ellos estuvieran en el Plan Padrino, fue un familiar, que se montó al bus con esto. Ellos están en una zona muy alejada en La Guajira; entonces imagínese hacer un examen ocupacional de ingreso. Eso salió supremamente costoso, pero todos aportaron. Eso fue una experiencia muy satisfactoria”. Contó María Rueda, Líder Social de Fedepalma.  

Las mujeres son protagonistas 

Aunque inicialmente capacitaron en cuanto a riesgos laborales, el cambio cultural fue muy bajo. Y para lograr que los municipios palmeros sean entornos seguros desde el hogar hasta el lugar de trabajo de los colaboradores,reconocimos que realmente debíamos trabajar desde las mujeres”, declaró. 

Con ese fin, crearon otro módulo dentro del Plan Padrino llamado ‘Mujeres salvando vidas’, que se imparte a trabajadoras, esposas de trabajadores y mujeres de la comunidad. Durante su puesta en marcha se dieron cuenta de que las mujeres tenían baja autoestima. Entonces, reconoce María, si la mujer no se quiere a sí misma, qué le importa si el marido se pone el casco de la moto o no, o envasar el jugo en el recipiente donde estaba el fertilizante. 

‘Plan Padrino’, una labor en pro de la formalización laboral del sector palmero
Foto: Lisa Duran

Por ello, el programa empieza con un módulo de coaching, para trabajar la autoestima, y la transformación es altísima.

Las mujeres ahora reconocen que dejaban los fogones prendidos y los niños estaban al lado, o que dejaban un líquido inflamable o un fertilizante al alcance de los menores. Comenzaron a tener un cambio de actitud, pensando en proteger sus vidas y las de sus familias. Ahora son conscientes de que, si se quieren, se van a cuidar y van a hacer todo lo posible para que su casa sea un lugar seguro para toda la familia.

María Rueda, Líder Social de Fedepalma.

El Plan Padrino, en resumen, se ha ido refinando poco a poco, y busca crecer en cobertura para atender a todas las zonas palmeras. Es un plan “vivo” que se va adaptando a las necesidades del sector. 

Como una forma de invitación, Fedepalma les dice a todos los productores que no hay disculpa para no ofrecer trabajos dignos, porque todos los trabajadores tienen derechos y a pesar de las dificultades, sí es posible formalizarlos, y el Plan Padrino es una inmensa y valiosa oportunidad para lograrlo.  

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