Benjamín Sánchez Trujillo es oriundo del municipio de Pitalito, Huila. Tiene 66 años y desde 1978 vive en los Llanos Orientales por causa de la violencia. Es un hombre trabajador, ejemplo de perseverancia, disciplina y amor por lo que hace; lleva 7 años en el negocio de la palma.
Aunque ahora el cultivo de palma de aceite le ha dado grandes satisfacciones, don Benjamín muchas veces sintió que dicha actividad no le era rentable, pues a su plantación la aquejaban problemas sanitarios. Por esta razón, decidió trabajar de la mano de Cenipalma, con el Equipo de Extensión de la Zona Oriental, quienes hasta el momento le han brindado las herramientas necesarias para que su plantación produzca y sea sostenible.
Esto se ha logrado gracias al uso de tecnologías como aplicación de biomasa (tusa –hoja), fertilización balanceada, establecimiento de coberturas y manejo fitosanitario, temas que no eran familiares para este palmicultor, pero que poco a poco le dieron una nueva vida a su cultivo.
La palmicultura cambió mi vida, compré nuevos equipos para mi plantación, invertí en otros negocios y mejoré mi vivienda. Por esta razón, agradezco a Cenipalma, productores y núcleos que me han apoyado en este proceso. Afirmó Benjamín Sánchez.
Su plantación El Guahibo, ubicada en el municipio de Cabuyaro, Meta, tiene 25 hectáreas, dentro de las cuales 20 son de E. guineensis y 5 son de híbrido. Cuenta con una producción de 25 toneladas por hectárea al año y su meta es llegar a 30. Este cultivo forma parte de Núcleo Palmero Alianza del Humea, cuenta con 3 trabajadores y uno de sus objetivos es certificarse con la RSPO.
Benjamín Sánchez Trujillo, a través de su testimonio, pretende motivar a los demás palmicultores a tomar decisiones con la información y la experiencia que los expertos pueden dar para que sus cultivos sean productivos, rentables y, como a él, les ayude a mejorar su calidad de vida y a invertir en diferentes negocios, siendo la palmicultura el principal. “Hoy extiendo la invitación a pequeños, medianos y grandes productores a aplicar las mejores prácticas agronómicas para que sus plantaciones sean exitosas”. Un deseo expresado no solo para su cultivo sino para todas las personas que desean hacer de la palma de aceite, su sustento.