En el sector palmero colombiano ha venido trabajando hace varios años en el fortalecimiento de las mejores prácticas en sostenibilidad de toda la cadena de valor del aceite de palma y sus grupos de interés.
Es por esto que en el marco del Programa de Aceite de Palma Sostenible de Colombia (APSCo) y con el apoyo de la Iniciativa de Comercio Sostenible (IDH, por sus siglas en inglés), se está desarrollando desde 2020 el proyecto Paisajes Palmeros Sostenibles en Zona Norte en los Departamentos de Cesar y Magdalena, con el objetivo de maximizar las estrategias de sostenibilidad dentro de los agroecosistemas palmeros, por medio del fortalecimiento de 10 Principios del Aceite de Palma Sostenible de Colombia y de la adopción de mejores prácticas agronómicas, ambientales y sociales.
Inicialmente, se consolidó el índice de sostenibilidad de los productores de los dos departamentos beneficiados del proyecto, con el objetivo de conocer su desarrollo económico, ambiental y social. Al conocer estos resultados, se establecieron los planes de trabajo por ejes de un grupo de palmicultores, para garantizar una cobertura integral.
Este es el trabajo desarrollado para impulsar y fortalecer la sostenibilidad social a partir de los cuatro principios del protocolo de APSCo, y estas son las acciones realizadas para su cumplimiento:
Principio 7: Trabajo decente y derechos de los trabajadores. Se ha fomentado la formalización laboral y la promoción de las prácticas legales laborales en varios escenarios como talleres de introducción a la formalización laboral, sesiones particulares de acompañamiento y capacitaciones sobre trabajo forzoso y trabajo infantil. Estas han sido dirigidas a productores, trabajadores y comunidades vecinas.
Principio 8: Esquemas de suministro responsable y negocios inclusivos. Se está trabajando en la disciplina operativa y los acuerdos comerciales de valor compartido, a partir del registro de facturas, contratos y órdenes de compra, con el objetivo de que el productor pueda llevar un consolidado y evalúe periódicamente su desempeño comercial y económico.
Principio 9: Relacionamiento responsable con las comunidades y la protección de los derechos humanos. Se están consolidando políticas de sostenibilidad social en las que se destaca la protección, el respeto y el cumplimiento de los derechos humanos y la equidad e igualdad de género. Para ello se han implementado herramientas útiles para la identificación y priorización de los grupos de interés de las fincas palmeras, facilitando así la comunicación asertiva y permanente, y complementándola también con los protocolos de comunicaciones y los procedimientos de PQRSF.
Principio 10: Comportamiento ético, legal y transparente. En este aspecto, el código de ética que se ha desarrollado con varios productores ha sido protagonista, lo cual ha marcado una pauta definitiva para garantizar la transparencia en la transversalidad de la cadena de suministro del aceite de palma.
Actualmente, se siguen impactando a proveedores de 8 Núcleos Palmeros en los departamentos del Cesar y Magdalena a través de las Fincas Tipo, para consolidar un plan de trabajo personalizado, teniendo en cuenta las características de cada lugar y productor, seguido por las visitas mensuales de acompañamiento y la evaluación de los avances. Además, se está utilizando una estrategia denominada ‘Productores espejo’, la cual consiste en que los palmeros de las Fincas Tipo repliquen sus trabajos a otros para que puedan se decidan a iniciar el camino hacia la sostenibilidad, adoptando estrategias específicas en los tres ejes que la componen.
Piloto de encuestas sociales
Como punto adicional, se aplicó el piloto de encuestas sociales, que busca identificar el impacto del paisaje palmero en la calidad de vida de los productores y sus familias. Fue un ejercicio participativo que incluyo a palmeros, familias y trabajadores líderes, quienes coincidieron en que la percepción de belleza y transformación de su cultivo está directamente relacionada con la constante adopción de mejores prácticas de sostenibilidad, lo cual creo un espacio agradable y seguro para vivir y desarrollar sus labores diarias. Como resultado de esta herramienta, se está trabajando en la construcción de indicadores sociales que sean determinantes para medir los impactos y avances en sostenibilidad social.
Desde APSCo se le apuesta a una palmicultura con potencial sostenible, la cual, a partir de la gestión social, genere procesos innovadores con proyección social, competitiva y comunitaria.
