Las crecientes conversaciones sobre temperaturas más altas reportadas en partes del sudeste asiático esta semana, combinadas con nuevas advertencias de la ocurrencia de El Niño de varias agencias meteorológicas, han generado preocupación sobre la producción de aceite de palma de los principales productores, Indonesia y Malasia, para el resto del año y más a largo plazo. El fenómeno meteorológico de El Niño es un patrón climático que tiende a experimentar sequías prolongadas y escasez de agua en Asia, en comparación con La Niña, que provoca un aumento de las precipitaciones en la región.
Los últimos modelos climáticos de varias agencias apuntan a la posibilidad de que el fenómeno de El Nino ocurra alrededor de junio de este año, y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) indica un 60% de probabilidad de que El Niño esté entre mayo-julio de 2023.
“Esto aumentará a alrededor del 70% en junio-agosto y al 80% entre julio y septiembre”, dijo la OMM.
Las palmeras de aceite suelen ser sensibles a la humedad y adecuadas para el crecimiento en regiones tropicales que reciben temperaturas y precipitaciones constantes durante todo el año. Si bien los árboles pueden soportar períodos cortos de sequía, el estrés de los períodos de sequía prolongados generalmente afectará la floración y la producción de frutos el año siguiente y, posteriormente, los rendimientos.
Las palmeras de aceite suelen ser sensibles a la humedad y esto podría afectar los rendimientos, además, hay preocupación ya que este fenómeno podría afectar la productividad laboral y aumentar los riesgos de incendios en las plantaciones este año, lo que reduciría la producción de aceite de palma en Indonesia y Malasia durante lo que normalmente se considera como períodos pico de producción entre agosto y noviembre. Se pronostica que la producción anual de Malasia alcance los 18,5 Mn T o casi sin cambios desde las 18,45 Mn T de 2022.
Fuente: Boletín Comercialización Sectorial de Fedepalma – Palm Oil Analytics