Por:
Alexandre Patrick Cooman, Director General de Cenipalma
Editorial publicada en PalmaSana y Productiva – Mayo de 2023.
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Uno de los compromisos de Cenipalma es el desarrollo de controladores biológicos que permiten el control de plagas y enfermedades con el menor uso de productos de síntesis química. De esta forma se preserva la sostenibilidad del cultivo y su agroecosistema y se genera un impacto mínimo en la salud humana y en el medio ambiente. Adicionalmente, se consolidan alternativas de resiliencia frente a la creciente variabilidad climática.
Para lograrlo, hemos venido recolectando e investigando in situ, en cada zona palmera del país, microorganismos ya adaptados a las regiones, con los cuales hemos conformado un banco de cepas que ahora estará a disposición de los laboratorios de los núcleos palmeros, que se muestren interesados en recibirlas para su escalamiento y aplicación.
Pero, ¿Qué buscamos con esta decisión?: en primera instancia nuestro interés es garantizar que los productores vinculados a los núcleos palmeros puedan acceder, en el corto plazo, a las cepas que ya han mostrado resultados positivos en el manejo fitosanitario y, de otra parte, continuar los procesos de investigación para lograr la obtención de productos finales que beneficien a todos los palmicultores.
Para entender un poco la forma como se darán estos pasos, es importante saber que la NASA estableció una escala, conocida como TRL (Technology Readiness Levels, por sus siglas en inglés para medir el grado de madurez de una tecnología. Con base en esta, los niveles van del TRL 1 al TRL 9, siendo TRL 1 la idea original del investigador y TRL 9 la consolidación de un producto final, con todos los pasos que esto conlleva.
Así las cosas, operaremos esta iniciativa a través de dos líneas de trabajo: en la primera, haremos entrega de cepas regionales de bioinsumos, específicas para cada zona, que se encuentran en los niveles TRL 2 y TRL 3 de investigación, a los núcleos palmeros interesados en continuar la investigación. En la segunda, seguiremos las investigaciones con el apoyo de empresas formuladoras hasta llegar a un producto final que todos los palmicultores puedan encontrar en anaquel.
Cualquier empresa o núcleo palmero que tenga un laboratorio de producción de bioinsumos con condiciones de calidad, puede aplicar a la primera línea de trabajo.
El Banco de Cepas de Cenipalma se encargará de acompañar el proceso de entrega, el cual incluye la firma de un acuerdo de confidencialidad que establece la prohibición de comercializar las cepas, aun cuando estos materiales pueden ser entregados a sus productores. Igualmente, un acuerdo de transferencia de Materiales, en donde se explica que las cepas a entregar no han sido probadas en campo para su evaluación por parte de Cenipalma y que, por ende, serán los núcleos palmeros los responsables de los resultados que se obtengan en esta fase.
En dicho acuerdo se establecerán dos recomendaciones: reactivar constantemente las cepas en insectos hospederos para que estas no pierdan su efectividad o virulencia; y que los laboratorios de las plantaciones cuenten con un contrato con un tercero: un laboratorio registrado ante el ICA, que les garantice la calidad de todo el proceso.
Si bien se parte de la idoneidad y del cumplimiento de los estándares mínimos para el escalamiento de las cepas en los laboratorios de los núcleos, Cenipalma, a través de Tecnopalma, ofrecerá el servicio de acompañamiento del proceso, diagnóstico inicial y asesoría en los pasos subsiguientes.
Los bioinsumos que estarán disponibles para los laboratorios son consorcios de Trichoderma, correspondientes al estadio de investigación TRL 2, los cuales son una herramienta en el control de Ganoderma zonatum y de Phytophthora palmivora, relacionadas con enfermedades como Ganoderma y Pudrición del cogollo.
Correspondientes al estadio de investigación TRL 3 serán entregadas las cepas: mezcla de Metarhizium, Cordyceps cateniannulata y Metarhizium anisopliae, para el manejo integrado de Strategus aloeus, Stenoma impressella, Cephaloleia vagelineata y Haplaxius crudus.
En la línea de trabajo 2, en la que Cenipalma tiene alianzas con empresas formuladoras para lograr poner en anaqueles un producto final, avanzamos en los trabajos con cepas de Metarhizium anisopliae para combatir Demotispa neivai; y Purpureocillium lilacinum para el control biológico de Leptopharsa gibbicarina.
Nuestro interés es garantizar que los resultados de las investigaciones puedan llegar con mayor prontitud a los productores e incrementar las posibilidades de obtener resultados efectivos y oportunos en los planes regionales de manejo fitosanitario. Además, refrendamos nuestro compromiso con la sostenibilidad y productividad de nuestra agroindustria.
