El primer grupo de 41 pequeños palmicultores en Suramérica recibe la certificación RSPO para pequeños productores independientes con el apoyo de Palmas del Cesar S. A.
El pasado mes de marzo el primer grupo de 41 pequeños palmicultores de San Alberto, San Martín, Sabana de Torres y Rionegro, en los departamentos de Cesar y Santander, constituidos bajo el nombre de “Entrepalmeros”, obtuvieron la certificación de la Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible (RSPO por sus siglas en inglés), quienes desde el año 2016, han sido apoyados por el equipo de sostenibilidad de la compañía.
La certificación RSPO es importante dentro del Núcleo Palmero, porque permite implementar buenas prácticas que aportan al desarrollo responsable y sostenible de los cultivos, impactando positivamente a los trabajadores con la formalización laboral y condiciones seguras en el trabajo, al medio ambiente a través de prácticas que disminuyen el uso de productos químicos y promueven la conservación de fuentes hídricas y zonas de alto valor de conservación, adicionalmente, contribuye en la mejora continua a través del fortalecimiento de competencias, gestión documental y organización financiera del cultivo.
El logro de “Entrepalmeros” es un paso importante hacia la promoción de prácticas sostenibles en la cadena de suministro del aceite de palma en Colombia.
Trabajar con pequeños agricultores ha sido un proceso de aprendizaje tanto para nosotros como para ellos.
Viviana Dueñas, líder del equipo de RSPO en Palmas del Cesar S. A.
“El proceso implica un cambio cultural, donde introducimos acciones sostenibles en materia de formalidad laboral, seguridad laboral y sanitaria, gestión documental y buenas prácticas agrícolas y ambientales en el cultivo de la palma”. Un segundo grupo de 68 pequeños palmicultores que representan alrededor de 1.000 hectáreas también ha iniciado oficialmente el proceso de certificación RSPO, con el objetivo de certificarse en el 2024.
La gran apuesta en Palmas del Cesar S. A., ha sido permitir que los pequeños agricultores de la región también evolucionen, mejorando sus procesos para que puedan acceder a nuevos mercados e impulsando a través de estos grandiosos resultados, el cambio y compromiso entre los demás agricultores. Sin duda alguna, un gran hito en la historia de la palmicultura colombiana.
Lea aquí la nota publicada por RSPO
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