Quien haya tenido ocasión de visitar la región Caribe de Colombia, en alguna de sus cálidas y acogedoras poblaciones, habrá podido degustar el bien sabroso jugo de corozo, de color tinto oscuro, que lo sirven frío en hogares, restaurantes y ventas callejeras. Se extrae del fruto de una palma llamada “corozo de lata”, que es una planta cespitosa (con tallos múltiples) y que crece principalmente en el Caribe desde El Salvador hasta Venezuela, a menos de 100 metros de altitud, principalmente en bosques secos tropicales.
El barón Nikolaus Joseph von Jacquin, un médico y botánico eminentísimo de nacionalidad austríaca, quien hacia 1758 visitó Colombia y otros países del Caribe y de las Antillas, fue quien hizo la descripción del género Bactris, que fue luego complementada y publicada por un contemporáneo suyo, el médico y naturalista ítalo-austríaco Giovanni Antonio Scopoli, en el libro Introducción a la historia natural, impreso en Praga en 1777. Por ello aparece como Bactris Jacq. ex Scopoli. Según The Plant List este género comprende cerca de 338 especies, todas nativas de Centro y Suramérica, incluidos los archipiélagos del Caribe. Bernal y Galeano (Palmas de Colombia, Guía de campo, 2010) indican que Bactris es, con Genoma, uno de los géneros más grandes de palmas americanas, e incluyen 33 especies para Colombia. Al parecer el nombre del taxón viene del griego βακτρον, baktron, que se traduce como palo o caña.
El corozo de lata se denomina científicamente como Bactris guineensis, y su descripción inicial fue realizada por el famoso naturalista sueco Carlos Linneo y buen tiempo después, en 1963, Harold Emery Moore, un botánico oriundo de Estados Unidos, quien era una autoridad en taxonomía de palmas, publicó la especie en Gentes Herbarum de la Universidad de Cornell, bajo el título de “Artículos ocasionales sobre los tipos de plantas”. Lo asombroso es que su epíteto específico significa “oriunda de Guinea” cuando se trata de una palma exclusivamente americana. A veces esos errores son incorregibles según el Código Internacional de Nomenclatura Botánica.
Esta planta tiene múltiples usos: el ya indicado de la bebida que se prepara con los frutos cocinados; en ocasiones le añaden algún licor procesado y eventualmente azúcar. Los troncos, que se les llama latas (lo que explica su nombre) se utilizan para construcción de techos y paredes y a veces para cercados; además, con algún tratamiento de fuego y de labrado, se fabrican las guacharacas, instrumento musical usado en el folclor vallenato, que tiene unas hendiduras en su superficie las cuales se rascan con un trinche con alambres duros para producir sonido. También elaboran las llamadas “flautas de millo” con trozos de los troncos.
Es, en definitiva, una plantita muy conspicua.
-
Nota: este artículo hace parte de una serie de documentos relacionados con los usos de las palmas nativas de Colombia, y del convenio interinstitucional 060/16 de 2020 entre Fedepalma, Cenipalma y el Jardín Botánico del Quindío, con el cual se está realizando un intercambio científico para el cuidado de las palmas en el país.