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Recomendaciones frente a la baja disponibilidad de algunas leguminosas de cobertura para la palma de aceite

Foto: Nolver Atanacio Arias
Nota técnica 

Por:

Nolver Atanacio Arias Arias, Investigador titular. Coordinador programa de Agronomía
Álvaro Hernán Rincón Numpaque, Asistente de investigación. Manejo de Suelos y Nutrición 

Este artículo hace parte de los productos de divulgación del proyecto de inversión Investigación en la agroindustria de la palma de aceite del Fondo de Fomento Palmero, administrado por Fedepalma.

Las leguminosas de coberturas son aliadas en las plantaciones de palma de aceite por sus múltiples beneficios como el aporte de materia orgánica, la fijación biológica de nitrógeno, la retención de humedad, la reducción de la erosión, la disminución de la temperatura del suelo y el aumento de la diversidad biológica en el agroecosistema. Por estas razones, el establecimiento de leguminosas como cobertura es una práctica frecuente en la palmicultura en Colombia. 

Entre las coberturas leguminosas más comúnmente utilizadas, se destacan: el Kudzú (Pueraria phaseoloides), el Desmodium (Desmodium ovalifolium), la mucuna (Mucuna bracteata), que se caracterizan por su porte bajo, adaptación a las condiciones edafoclimáticas de las regiones palmeras y en el caso del Kudzú y el Desmodium también por su capacidad de producir semillas y facilitar la regeneración y propagación de la especie. 

Sin embargo, para 2023 se ha venido registrando por parte de los palmicultores la escasez de semillas de leguminosas, especialmente Desmodium y Kudzú para las nuevas siembras. Ante esta situación, a continuación, se mencionan algunas causas y recomendaciones: 

  • Por parte de los productores de semillas de leguminosas de cobertura se ha reportado la menor disponibilidad de este insumo debido a la menor producción asociada con menores áreas cultivadas y factores climáticos que han incidido en la floración y posterior fructificación de las plantas. 
  • Teniendo en cuenta que en las plantaciones ya establecidas se acostumbra a recolectar semillas tanto de Kudzú como de Desmodium, para finales de 2022 la mayor disponibilidad de agua, asociada con el fenómeno climático de La Niña, impactó en la menor fructificación de las coberturas ya existentes en las plantaciones y también afectó la calidad de las semillas relacionada con el mayor ataque de patógenos. 

Con base en lo anterior, se recomienda: 

  • En las nuevas siembras, cuando se hacen en áreas de renovación de cultivos, fomentar la proliferación de las coberturas ya existentes a través de la adecuación física (descompactación) y química (aplicación de enmiendas) del suelo. Adicionalmente realizar la aplicación de herbicidas selectivos en aquellas áreas donde se observe la aparición de leguminosas y hacer control de arvenses con métodos que permitan el crecimiento de la cobertura, es decir, evitar los métodos generalizados de control en el área nueva. 
  • Para las nuevas siembras en áreas donde no existía palma y ante la no disponibilidad de semilla, se recomienda la adecuación física y química del suelo de acuerdo con criterios técnicos. Las labores de adecuación permitirán la aparición de diversas especies vegetales de cobertura, incluyendo algunas leguminosas nativas, que cumplirán la función de cubrir el suelo con todos sus beneficios. Una vez haya disponibilidad de semillas, es posible realizar la siembra de la cobertura.
  • Ante baja disponibilidad de semillas, en lugar de bajar la densidad de siembra, lo más recomendable es efectuar la siembra en “parches” o áreas localizadas en las cuales se mantiene la densidad de siembra (3-4 kg de semilla/ha). Esto permitirá un mejor establecimiento en dichas áreas y facilita la aplicación de herbicidas selectivos. Esto aplica tanto para nuevas siembras de palma como para cultivos ya establecidos. Tener en cuenta que es posible realizar estas siembras en áreas de no tráfico, con avances progresivos en su propagación en la medida en que se cuente con la disponibilidad de semilla.  
  • Es posible que en el mercado se ofrezcan semillas con baja calidad y germinabilidad. Ante esta situación se recomienda la ejecución de pruebas de germinación. Las indicaciones se encuentran en la Guía Metodológica para el establecimiento y manejo de leguminosas. Esto es importante debido a que una baja germinabilidad impacta negativamente la rapidez del establecimiento y costos del manejo de arvenses. Es deseable que la germinabilidad se encuentre por encima del 90%. 
  • En aquellos casos donde se tenga prevista la recolección de semillas de coberturas ya establecidas en la plantación, se recomienda verificar el estado de sanidad de dicha cobertura y permitir su libre crecimiento y desarrollo, con el fin de favorecer la fructificación durante el segundo semestre, especialmente en las áreas de no tráfico. Cuando se permite el desarrollo de la cobertura se posibilita una mejor y mayor fructificación. Esto favorece no solo la disponibilidad de semillas para nuevas siembras sino también la regeneración de la cobertura en las siembras ya existentes. 
  • Finalmente, ante la posibilidad de ocurrencia del fenómeno climático El Niño para el segundo semestre de 2023, especialmente en áreas que no cuentan con riego, se recomienda considerar la posibilidad de posponer la siembra de coberturas para el primer semestre de 2024 una vez se tengan mejores proyecciones de disponibilidad de agua.

Teniendo en cuenta que las coberturas vegetales proporcionan múltiples beneficios para el agroecosistema de la palma de aceite y que además contribuyen con la disponibilidad de nitrógeno para nuestro cultivo, se recomienda continuar con esta práctica agronómica que, si bien es posible posponer, es necesario implementar. 

Pauta julio FFP

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