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Las amenazas fitosanitarias no dan tregua, el barrenador Eupalamides guyanensis ataca nuevamente las plantaciones de la Zona Oriental

Fotos: Rosa Aldana - Cecilia Mancera

Por:

Rosa Cecilia Aldana de la Torre, Investigador Asociado. 
Juan Pablo Tovar Molano, Coordinador regional de manejo sanitario Zona Oriental. 
Borman Murcia Baquero, Analista coordinación manejo sanitario Zona Oriental.


Cuando pensamos en riesgos fitosanitarios que amenazan el negocio palmero, generalmente los asociamos con las enfermedades más conocidas como la Pudrición del Cogollo (PC) o La Marchitez letal (ML). Sin embargo, hay otros problemas que pueden estar afectando silenciosamente nuestras plantaciones y no lo hemos notado. Tal es el caso del barrenador gigante de la palma Eupalamides guyanensis. Este gusano es un enemigo oculto, de difícil detección; el cual perfora los racimos y destruye las inflorescencias en formación y, además, barrena el estípite causando severas lesiones, que reducen o suprimen la producción e incluso pueden producir la muerte de la palma (Figura 1). 

Daño de las larvas de Eupalamides guyanensis
Figura 1. Daño de las larvas de Eupalamides guyanensis en A) el racimo, B) el estípite, y C) barrenaduras en el estípite. Fotos: Rosa Aldana

Este enemigo es un viejo conocido, antes llamado Castnia daedalus o Cyparissius daedalus. Entre los años 1999 y 2001 fue reportado en algunas plantaciones ubicadas en el municipio de San Martín (Meta) y en poco tiempo se determinó que estaba diseminado ampliamente por toda la Zona Oriental, causando serias afectaciones. Actualmente, se ha observado un incremento de las poblaciones, y desafortunadamente parece que estamos repitiendo la misma historia. Hacia finales de 2018, se reportó nuevamente la plaga, esta vez en plantaciones del municipio de Puerto Gaitán (Meta), y para el 2023, los resultados del censo de estado fitosanitario realizado por Cenipalma y las empresas de Convenio Empresarial de manejo, muestran su presencia en la mayoría de las plantaciones de la Zona Oriental, incluyendo el departamento del Vichada (Figura 2). 

Mapa de presencia del barrenador gigante de la palma
Figura 2. Mapa de presencia del barrenador gigante de la palma.

Su llegada y establecimiento se favorece por ciclos de cosecha extendidos y la falta de podas, de manera que cuando inicia su ataque, tanto su presencia como sus daños son imperceptibles. Las larvas permanecen alrededor de un año perforando los racimos y la parte alta del estípite, luego salen de las galerías, empupan, y en aproximadamente 30 días emergen los adultos los cuales son mariposas grandes color marrón que se mimetizan perfectamente con las bases peciolares (Figura 3). Estas mariposas son de hábitos crepusculares, es decir que empiezan a volar solo hasta el final de la tarde, por lo que solo personal bien entrenado es capaz de detectarlas en el campo. Por lo tanto, cuando se observan adultos con facilidad y frecuentemente en los lotes, significa que sus poblaciones ya son muy altas y lo próximo que ocurrirá será una reducción en la producción. Las palmas improductivas y con acumulación de flechas son indicativo de perforaciones severas e irreversibles en los estípites de las palmas. 

Adultos de Eupalamides guyanensis posados en el estípite de la palma
Figura 3. Adultos de Eupalamides guyanensis posados en el estípite de la palma. Foto: Rosa Aldana

Sumado a su actuar silencioso, están la alta capacidad de multiplicación y alto rango de dispersión de este insecto; lo que nos conduce a la siguiente pregunta: ¿Se va a repetir la historia de pérdidas económicas de dos décadas atrás? Desafortunadamente, si no tomamos medidas oportunas, la respuesta es afirmativa; este riesgo solo podrá mitigarse en la medida que implementemos y ejecutemos programas específicos de detección y control. 

Los daños del insecto se pueden detectar oportunamente al revisar las bases peciolares de palmas recién podadas o cosechadas, así como los racimos durante la cosecha, donde su presencia deja ver orificios o galerías. El insecto se puede encontrar buscando los adultos posados en el estípite y hojas de la palma, o también las pupas o residuos de ellas (exuvias o piel de desecho que queda después de la muda) en las bases peciolares o en el suelo (Figura 4). 

Para prevenirlo y controlarlo se recomienda podar semestralmente cuidando no dejar bases peciolares largas, mantener ciclos de cosecha de máximo 10 días, capturar adultos con jama, retirar larvas y pupas con un punzón (en cultivos menores de 10 años) (Figura 5) y, por último, producir y liberar el parasitoide de huevos Ooencyrtus sp. 

Exuvia de Eupalamides guyanensis en las bases peciolares de la palma
Figura 4. Exuvia de Eupalamides guyanensis en las bases peciolares de la palma. Foto: Rosa Aldana

Las herramientas tecnológicas disponibles para su manejo son suficientes y se tienen múltiples ejemplos de control efectivo cuando se aplican de manera disciplinada. Cenipalma ha publicado abundante material didáctico donde se describe detalladamente la forma de detectar y manejar este insecto plaga, (al buscarlo recuerde que anteriormente se conocía como Cyparissius daedalus). 

La búsqueda de alternativas adicionales de control no cesa y recientemente se retomó su investigación por parte de Cenipalma. Los primeros resultados han mostrado que el insecto también se encuentra en cultivares híbridos interespecíficos OxG, en los cuales actualmente se está caracterizando su ataque y daño. Las observaciones de campo sugieren la presencia de una feromona sexual. También se registró en la Zona Oriental una segunda especie Eupalamides cyparissias, la cual incrementa el riesgo y hace más difícil su control. 

Algunas prácticas de control de Eupalamides guyanensis
Figura. 5. Algunas prácticas de control de Eupalamides guyanensis. A. Captura de adultos. B. Recolección de pupas con punzón. Foto: Rosa Aldana

La problemática por la presencia del barrenador gigante en la Zona Oriental sigue creciendo y hace necesaria la participación solidaria y comprometida de todos. Desde finales del 2018 Cenipalma ha realizado múltiples eventos de capacitación orientados a aumentar la capacidad de respuesta técnica en las plantaciones para enfrentar este problema (Figura 6). En estas jornadas han participado operarios de campo, supervisores, administradores, profesionales y gerentes (Tabla 1). Finalmente, es importante resaltar que la implementación de labores en campo requiere de la voluntad y apoyo desde las gerencias, destinando los recursos necesarios y proporcionando directrices claras para la detección oportuna y manejo de este riesgo fitosanitario resurgente, con el fin de que el negocio de la palma de aceite siga siendo productivo, rentable y sostenible. 

Capacitación sobre Eupalamides guyanensis
Figura 6. Capacitación sobre Eupalamides guyanensis. Foto: Cecilia Mancera

Tabla 1. Participantes en eventos de capacitación y divulgación en el reconocimiento y manejo de Eupalamides guyanensis en la Zona Oriental. 2018 2023. 

Participantes en eventos de capacitación y divulgación en el reconocimiento y manejo de Eupalamides guyanensis en la Zona Oriental

Infografía: detecte el barrenador gigante de la palma de aceite 

Detecte el barrenador gigante de la palma de aceite 

detecte el barrenador gigante de la palma de aceite 
Infografía: Cenipalma
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