Por:
Diana Catalina Chaparro-Triana
Nidia Elizabeth Ramírez-Contreras
David Arturo Munar-Flórez
Jesús Alberto García-Núñez
Programa de Procesamiento, área de Biorrefinería y Sostenibilidad, Cenipalma
En los últimos 50 años, el avance social y la evolución económica han causado un aumento de 3 veces el consumo mundial de materias primas (minerales, biomasa y fósiles) con respecto a 1970, llegando a 96.000 millones de toneladas métricas en 2019 (Ke et al., 2022). Este aumento se ha asociado al modelo tradicional de economía lineal donde los productos son fabricados sin considerar las metas de desarrollo sostenible, ni las consecuencias asociadas a los impactos ambientales negativos, es decir, que la economía se basa en extraer, producir, consumir y desechar.
A nivel mundial se viene trabajando en acciones que permitan reducir el consumo y dar uso a los residuos. El programa “Zero Waste” (residuo cero) se enfoca en la conservación de los recursos mediante la producción, consumo, reutilización y recuperación de productos y materiales, evitando quemas y disposiciones finales que afecten el suelo, agua o aire, y el deterioro del ambiente y de la salud humana (ZWIA, 2018). Este concepto, incentiva al rediseño de los ciclos de vida de los recursos, de tal manera que los productos y subproductos sean aprovechables a partir de su reutilización, permitiendo un enfoque sostenible en la gestión de residuos, a través de la recuperación de materiales que minimicen la extracción de materias primas vírgenes, y que además permitan la adopción de políticas de bioeconomía circular.
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Aunque el concepto “Zero Waste” ha sido ampliamente difundido a nivel global, aún se generan de forma indiscriminada una gran cantidad de residuos industriales y domésticos. Si bien no existe una sola ruta para abordar la gestión de los residuos que se generan dentro de un proceso, existen algunos lineamientos que facilitan obtener un proceso productivo enmarcado dentro la sostenibilidad y el “Zero Waste”. El diseño ecológico, la renovación de tecnologías, la evaluación de los ciclos de vida, el seguimiento y la promoción de cadenas de producción cerradas, se pueden determinar cómo los primeros pasos hacia la construcción de una industria con cero residuos. La materialización de estas actividades se refleja en la construcción de estrategias de producción limpia, que incluya diseños de productos y procesos eficientes para garantizar el desarrollo de procesos en pro de la conservación de los recursos naturales. De igual forma se espera generar beneficios para las empresas mediante la optimización en el uso de recursos, mejora de la eficiencia de procesos, y reducción de costos. Es indispensable establecer estrategias de educación ambiental, a pesar de todos los esfuerzos en la mejora de los procesos y ciclos de vida, para facilitar la divulgación de las acciones que se han implementado y alinear las capacidades y conocimientos de los actores de la cadena de producción para lograr la sostenibilidad de los procesos y el desarrollo de productos “Zero Waste”.
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¿Qué acciones se están realizando en el sector palmero colombiano?
La consolidación de una agroindustria palmera sostenible y ambientalmente responsable, se ha venido impulsando a través de diferentes acciones que permitan lograr una cadena de producción de aceite de palma eficiente en el uso de recursos y que promueva la adopción del concepto de “Zero Waste”.
En el 2022 se procesaron 8.030.242 toneladas de RFF (Fedepalma – Sispa, 2023), que equivalen a cerca de 3.3 millones de toneladas de biomasa sólida (base húmeda) y aproximadamente 6.4 millones de m³ de efluente (POME). Teniendo en cuenta esta cantidad de biomasa, se ha venido trabajando en la identificación de alternativas que faciliten su uso y la fabricación de productos innovadores, a través de procesos de transformación físicos, químicos, biológicos o térmicos. En este contexto, la creación de biorrefinerías que permitan la integración de procesos de conversión de biomasa de palma de aceite para la producción de bioproductos y bioenergía es una de las opciones más prácticas para dar valor agregado a la biomasa, mejorar los ciclos de vida y contribuir a la reducción de residuos agroindustriales. Algunos productos que contribuyen al reúso de los residuos agroindustriales como la biomasa de palma es el compostaje, fertirriego, la producción de alimentos para animales, los acondicionadores de suelos, el biocarbón, pellets, biogás, biometano, energía térmica y eléctrica, biocombustibles, entre otros.
A pesar de las opciones de uso de biomasa con las que ya se cuenta en el sector, se debe continuar en la búsqueda de procesos y productos alineados con la consolidación de una palmicultura sostenible, responsable ambientalmente, y con enfoques hacia la generación de cero residuos.
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